Muchos deportistas prestan especial atención al entrenamiento muscular pero descuidan o no prestan atención a otros factores que podrían mejorar la estabilidad articular para prevenir las lesiones deportivas.

ENTRENAMIENTO MUSCULAR Y ESTABILIDAD

Hay quien dice que la fuerza sin control no sirve de nada. Trasladado al entrenamiento propioceptivo y sin desmerecer los beneficios de una buena base de entrenamiento muscular fuerza, te diré que la fuerza sin estabilidad, no permite acciones eficaces.

Y es que tener una buena preparación muscular no significa tener una buena estabilidad de cara a las lesiones deportivas. Quizá sí parece suficiente en el caso de movimientos en los que la contracción muscular se produce de forma controlada, por ejemplo, en una máquina guiada.

No obstante, en rangos articulares donde disminuye la eficacia muscular, como por ejemplo en posiciones donde los músculos principales que desarrollan el movimiento no pueden generar tanta fuerza (como en máximo acortamiento o estiramiento muscular), o bien en movimientos deportivos complejos que requieren acciones coordinadas de diferentes partes, vamos a necesitar otra serie de factores que aporten estabilidad, además de la base muscular:

  1. Por un lado, una correcta activación de los reflejos propioceptivos: reflejo miotático y miotático inverso, de los que hablaremos en un momento.
  2. Por otro, necesitaremos el sostén estructural de los ligamentos y otros elementos articulares.

Además, la protección que podrían ejercer los músculos, depende de otros factores como:

  • La fuerza inicial desarrollada en el movimiento
  • La rapidez del reclutamiento muscular
  • La coordinación entre los diferentes músculos que participan en la acción desarrollada
  • Las características de la contracción muscular desarrollada: isométrica, anisométrica concéntrica o excéntrica o combinaciones.

ENTRENAMIENTO PROPIOCEPTIVO PARA PREVENIR LESIONES

En este sentido y, con el fin de aportar más estabilidad, usamos el entrenamiento propioceptivo tanto en la rehabilitación como en la prevención y dentro del propio entrenamiento con el fin de aportar más soporte para las acciones deportivas y mejorar el rendimiento.

A través de los propioceptores, se activan los reflejos básicos que permiten ajustes tanto a nivel musculotendinoso como en los componentes de estabilidad propios de la articulación, que envían información constantemente sobre:

  • La posición del cuerpo.
  • El grado de alargamiento-acortamiento y tensión muscular.
  • La rapidez.
  • El ángulo de movimiento.
  • La aceleración del cuerpo.
  • El equilibrio.

Esta información es procesada a través del sistema nervioso central para realizar los ajustes necesarios en cada momento y generar los movimientos adecuados para, por ejemplo, evitar lesiones durante la práctica deportiva.

En este sentido, podría decirse que el sistema propioceptivo se comporta como un sistema de defensa y que los reflejos propioceptivos son un factor muy importante en la estabilidad.

* Puedes revisar con más detalle los propioceptores más importantes y los reflejos miotático y miotático inverso, así como su papel en la protección articular en nuestro artículo sobre la propiocepción AQUÍ.

Concluyendo, te aconsejo que prestes atención tanto al entrenamiento muscular como a la propiocepción. Personalmente suelo introducir algunos ejercicios propioceptivos como parte del calentamiento antes de una sesión de trabajo de fuerza muscular. Es una buena forma de trabajar de forma efectiva y disminuir el riesgo de lesiones sin tener que utilizar un tiempo extra para la prevención de éstas.