Tanto en el control de la postura como del movimiento interviene la propiocepción. Es por ello que en este post te dejaremos algunos ejercicios propioceptivos y otros consejos para la mejora de la postura.

La propiocepción es el sentido que informa al organismo de la posición de las partes corporales, regula la dirección y el rango articular del movimiento y permite las reacciones y respuestas reflejas automáticas. Participa en el desarrollo del esquema corporal en relación al espacio y da soporte para la realización de las acciones motoras [mira aquí nuestro post sobre qué es la propiocepción].

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CONTROL POSTURAL

A pesar de que los mecanismos propioceptivos comprenden vías conscientes e inconscientes, la mayor parte de la información aferente que nos llega para el mantenimiento de la postura lo hace de forma inconsciente.

A su vez, la postura está determinada no solamente por factores neuro-fisiológicos o mecánicos, sino por el contexto particular de cada persona.

El control de la postura es un complejo mecanismo de interacción sensorial combinado con sensaciones visuales, táctiles, el sistema vestibular y la propiocepción.

Además de la influencia de factores como la respiración, la ansiedad y el estado de ánimo, quedando patente que el sistema postural requiere una integración de varios factores y un correcto funcionamiento de todos ellos.

ADAPTACIÓN POSTURAL

Así que queda claro que la postura no es sino una adaptación global de nuestro cuerpo en la que influyen diferentes factores, de los cuales muchos lo hacen a través del inconsciente.

Esta es una de las razones por las cuales no es suficiente que alguien nos diga «ponte derecho» para cambiar nuestra postura. Tan pronto como perdemos la atención por cualquier motivo, nuestra postura volverá a su posición de adaptación.

De la misma manera, nuestro cerebro no quiere llevarnos a una postura «mala» y, aunque estemos por ejemplo encorvados hacia delante, cuando tenemos esa postura es porque probablemente es la más eficiente para nosotros en ese momento determinado.

¿A quién no le ha pasado que se sienta en su silla, corrige su postura poniéndose más recto y al cabo de un rato comienza a dolerle la espalda y vuelve a su posición de adaptación?

EJERCICIOS PROPIOCEPTIVOS

El hecho de que alguien utilice algún método de corrección postural basado en el trabajo sobre el cuerpo puede producir cambios en la postura en mayor o menor medida.

Pero los resultados y la perdurabilidad en el tiempo son mayores cuando se tiene en cuenta las diferentes variables que determinan las adaptaciones posturales de nuestro cuerpo.

Te podemos recomendar en este sentido que realices ejercicios propioceptivos que involucren el trabajo de CORE [puedes acceder a la descarga de mi ebook gratuito aquí], donde verás algunos ejemplos del trabajo propioceptivo en general y de CORE en la sección de diseño de ejercicios.

También de dejo un vídeo de mi colaboradora Cecilia Tarantino en el que enseña algunos ejercicios de estabilidad para CORE.

CONSEJOS PARA UNA POSTURA MÁS EFICIENTE

El hecho de poner a nuestros sistemas en situaciones de desequilibrio con la intensidad adecuada para cada persona produce una estimulación sobre la activación de los reflejos propioceptivos y mejora la eficiencia de los mismos a través del trabajo sobre la consciencia cinestésica, entre otros parámetros.

Conseguiremos que dichos reflejos se activen de forma más efectiva produciendo una mayor eficacia en la búsqueda de las respuestas motoras adaptadas a situaciones concretas o, en el tema del que hablamos en este post, vamos a provocar una mejora en la activación de los músculos que nos permitan el mantenimiento de una postura más eficiente.

Si tienes una adaptación postural poco eficiente, te recomiendo también que revises tus pies y tu mandíbula como estructuras muy importantes que determinan nuestras adaptaciones posturales de todo el cuerpo.

Desde un esguince mal curado hasta una situación de bruxismo pueden adaptar totalmente tu postura corporal global.

En este sentido, puedes estar realizando ejercicios para mejorar tu adaptación postural pero no vas a lograr grandes cambios hasta que no revises las estructuras citadas.

Puedes visitar a un osteópata y/o fisioterapeuta para valorar si estas estructuras están «bloqueadas» y hacer un tratamiento eventualmente para mejorar y mantener la movilidad de las mismas. Esto, unido al ejercicio, te permitirá un trabajo mucho más efectivo.

RECOMENDACIONES

Como bibliografía te recomiendo mi libro de «Espalda Sana», donde puedes aprender secuencias de ejercicios específicos que te ayudarán a conseguir una adaptación postural más efectiva.

EBOOK ESPALDA SANA